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lunes, 8 de abril de 2013

Liberar el teléfono móvil: Cómo, cuándo y gratis.



Si cómo un niño liberaba a Willy era una película, lo de liberar un teléfono móvil puede ser una súper producción hollywoodiense con efectos especiales en 3D. No obstante, corrían rumores allá por noviembre del año pasado por todas las oficinas de consumo sobre la posibilidad de liberar el teléfono de forma gratuita, cuando menos, al terminar la permanencia del contrato. De hecho, si llamabas a la Oficina Gallega de Consumo te decían que sí, pero sin especificar en dónde podíamos encontrar respuesta sobre esa información exactamente: En la ley de defensa consumidores y usuarios, en la página de la Agencia Estatal de Telecomunicaciones, en la Osa Mayor...Han tenido que pasar algunos meses hasta que hemos podido conocer más detalles sobre el asunto, pero al fin, el Instituto Nacional de Consumo ha declarado que no permitir la liberalización del móvil gratuitamente es una cláusula abusiva.

Según el Artículo 82 de la Ley de Defensa de Consumidores y usuarios la cláusula entendida como abusiva es nula, lo que supone que es como si no existiera. Por eso, aunque en tu contrato se especifique que si quieres liberar tu móvil tienes que pagar gastos de gestión, tú ni caso.

Como la noticia ha salido la semana pasada, las compañías aún no se han dado por enteradas. Acabo de hablar con una simpática muchacha andaluza de Vodafone* y me ha informado de que debo cumplir los siguientes requisitos:

-Que sea una línea activa
-Que hayas terminado tu permanencia
-Que estés al corriente de todos tus pagos
-Que pagues 7.25 euros (IVA incluido) por gastos de gestión.

 Esto choca con lo que ha dictado el INC, que sólo exige que estemos al corriente de nuestros pagos, y así se lo hice saber a la agente, pero como a ellos esta noticia del INC, que ha salido esta mañana hasta en Cadena Cien, todavía no les consta (paradojas de la vida, que una compañía de telecomunicaciones esté incomunicada) tienen que seguir actuando conforme a lo pactado hasta ahora.

Por eso, puedes liberar tu móvil de forma gratuita aunque no hayas terminado tu permanencia, pero por ahora no a través de tu compañía, sino mediante un procedimiento de arbitraje, que es gratuito para todos y que en un plazo de tres meses te notifican en tu casa lo que se ha decidido, con lo que ya puedes exigir a tu compañía que lo cumpla-aunque normalmente se ponen ellos en contacto contigo un poco antes con las orejas aún calientes-.

Además, es lo más conveniente, porque muchos consumidores se quejan de que aún aceptado las condiciones de su compañía, no les facilitan el código, y acaban teniendo que ir de todas todas al arbitraje más mareados aún porque además deben recuperar los 7.25 euros de la gestión fraudulenta.

Yo recomiendo hacerlo aunque no tengas interés en usar tarjetas de otras compañías, porque más allá de la simple patada voladora que le das a la tuya, le estarás demostrando que, poco a poco, estás aprendiendo a leer la maldita letra pequeña.

Saludos y saludas.



*Hablo siempre de Vodafone no porque les tenga especial manía, sino que por ser mi compañía tengo la posibilidad de contrastar información con atención al cliente, y aunque presumiblemente debe haber pocas variaciones con Movistar, Orange y otros, prefiero dar datos con conocimiento de causa.

sábado, 6 de abril de 2013

¡ Me van a cobrar por el exceso de megas !


ACTUALIZACIÓN:
 Vodafone rectificó y finalmente no aplicó las nuevas tarifas a los contratos firmados con anterioridad a éstas.




Hace unos días leí que Vodafone va a cobrar el exceso de consumo de megas contratados en las "tarifas base" a partir de julio, mientras que hasta ahora simplemente se reducía la velocidad de internet, sin cobrar a mayores. Por lo visto es una ocurrencia que anunciaron hace una semana. No tengo nada que decir al respecto de cómo cada compañía ofrece sus servicios, si tú lo contratas a sabiendas de que esto es así, aquí paz y después gloria. El problema es que esto también afecta a los clientes que contrataron antes de que se anunciara esta genialísima "ganga". Traducción: Se les va a aplicar una condición que desconocían que fuera a existir.

Esto sí tiene pegas, y como son más listos que el hambre, se guardan las espaldas con una cláusula abierta por la que el cliente se somete a los cambios futuros del servicio. 

¿Podemos hacer algo al respecto de no querer asumir esos cambios, a pesar de haber firmado que sí lo haríamos?

Pues resulta que sí, porque hemos firmado lo que se conoce como una cláusula abusiva. Para lo que aquí importa, una cláusula es abusiva cuando en el contrato tú sólo intervienes para firmar, no negocias, no propones y no quitas ni una linea de lo que hay escrito, y esto te pone una situación de desventaja con respecto al otro que firma, porque te hace renunciar a derechos que en realidad sí tienes (Artículo 82 del Texo Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios). Por eso la ley de defensa de consumidores y usuarios, que es más lista todavía que Vodafone, la declara nula de pleno derecho, vamos, como si no existiera.

Así, aunque hayamos firmado que aceptamos que nuestra compañía nos cambie las condiciones del servicio sin rechistar, no estamos obligados a cumplirlo. Desde el momento en que te cambian las condiciones, puedes decidir dejar de recibir el servicio. Sí, amigos. Se puede romper la permanencia sin coste alguno. El proceso tiene cierta complejidad, no basta con llamar al 123 y pedir que te den de baja gratis porque el incumplimiento lo empezaron ellos. Normalmente te insistirán en que tú firmaste el contrato libremente (vamos, es que sólo nos faltaba que nos obligaran) y que tienes la responsabilidad de asumir lo que firmas, entre otros cuentos chinos. Tú, ni caso. Si se ponen muy tontos, te vas a una franquicia y rellenas una hoja de reclamaciones en la que explicas que te cambian las condiciones de servicio, que las nuevas las desconocías cuando firmaste y que no te interesan, y como esas condiciones que se te van a aplicar no son las que tú firmaste, solicitas la resolución del contrato sin coste alguno para ti. La entregas a la dependienta de turno, y después de 30 días, en la oficina de consumo más cercana junto con el contrato que hayas firmado y tu última factura. Y ya veremos si te dan de baja o no.