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sábado, 6 de abril de 2013

¡ Me van a cobrar por el exceso de megas !


ACTUALIZACIÓN:
 Vodafone rectificó y finalmente no aplicó las nuevas tarifas a los contratos firmados con anterioridad a éstas.




Hace unos días leí que Vodafone va a cobrar el exceso de consumo de megas contratados en las "tarifas base" a partir de julio, mientras que hasta ahora simplemente se reducía la velocidad de internet, sin cobrar a mayores. Por lo visto es una ocurrencia que anunciaron hace una semana. No tengo nada que decir al respecto de cómo cada compañía ofrece sus servicios, si tú lo contratas a sabiendas de que esto es así, aquí paz y después gloria. El problema es que esto también afecta a los clientes que contrataron antes de que se anunciara esta genialísima "ganga". Traducción: Se les va a aplicar una condición que desconocían que fuera a existir.

Esto sí tiene pegas, y como son más listos que el hambre, se guardan las espaldas con una cláusula abierta por la que el cliente se somete a los cambios futuros del servicio. 

¿Podemos hacer algo al respecto de no querer asumir esos cambios, a pesar de haber firmado que sí lo haríamos?

Pues resulta que sí, porque hemos firmado lo que se conoce como una cláusula abusiva. Para lo que aquí importa, una cláusula es abusiva cuando en el contrato tú sólo intervienes para firmar, no negocias, no propones y no quitas ni una linea de lo que hay escrito, y esto te pone una situación de desventaja con respecto al otro que firma, porque te hace renunciar a derechos que en realidad sí tienes (Artículo 82 del Texo Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios). Por eso la ley de defensa de consumidores y usuarios, que es más lista todavía que Vodafone, la declara nula de pleno derecho, vamos, como si no existiera.

Así, aunque hayamos firmado que aceptamos que nuestra compañía nos cambie las condiciones del servicio sin rechistar, no estamos obligados a cumplirlo. Desde el momento en que te cambian las condiciones, puedes decidir dejar de recibir el servicio. Sí, amigos. Se puede romper la permanencia sin coste alguno. El proceso tiene cierta complejidad, no basta con llamar al 123 y pedir que te den de baja gratis porque el incumplimiento lo empezaron ellos. Normalmente te insistirán en que tú firmaste el contrato libremente (vamos, es que sólo nos faltaba que nos obligaran) y que tienes la responsabilidad de asumir lo que firmas, entre otros cuentos chinos. Tú, ni caso. Si se ponen muy tontos, te vas a una franquicia y rellenas una hoja de reclamaciones en la que explicas que te cambian las condiciones de servicio, que las nuevas las desconocías cuando firmaste y que no te interesan, y como esas condiciones que se te van a aplicar no son las que tú firmaste, solicitas la resolución del contrato sin coste alguno para ti. La entregas a la dependienta de turno, y después de 30 días, en la oficina de consumo más cercana junto con el contrato que hayas firmado y tu última factura. Y ya veremos si te dan de baja o no.



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